El tinglar adulto se alimenta promordialmente de grandes aguavivas (medusas o jellyfish) y otras especies de molúscos, tales como algunos tipos de calamar. Se estima que el tinglar debe comer por lo menos el equivalente a 50 aguavivas grandes todos los días (44 galones de alimento) para mantenerse saludables. Dentro de la clase de los reptiles son particularmente ecepcionales porque son capaces de mantener la temperatura del cuerpo elevada a través de la inercia termal y un sistema organizado de suministro de sangre en sus espaldas. Estas características permiten al tinglar viajar en aguas frías y adentrarse hasta profundidades mayores a los 1,000 metros en busca de su presa, sobrepasando en ocasiones los 3,000 pies de profundidad.
Para anidar (entre los meses de febrero a julio), las hembras emergen en playas de anidaje (Corredor Ecológico del Noreste) durante la noche para dejar sus huevos. Dejan huevos falsos para despistar a predadores que amenazan las crías. Usando las aletas traseras, las hembras excavan profundos nidos en forma de bota, en donde alrededor de 100 huevos son depositados. Alrededor de 20 porciento de los huevos son relativamente más pequeños y estan vacíos. Un tinglar hembra puede anidar cada cierto número de años, pero en una sola temporada anual, puede dejar de cuatro a diez camadas de huevos. Las crías emergen del nido después del periodo de incubación que dura apróximadamente 60 días. El sexo de las crías está influenciado por las temperaturas de incubación. Temperaturas de incubación más altas producen hembras, mientras que temperaturas bajas producen machos. Cuando las crías regresan al mar nadan continuamente por alrededor de 24 a 48 horas. Este comportamiento las conduce a aguas más profundas donde son menos vulnerables a depredadores. Aunque no se sabe con certeza a dónde van las tortuguitas durante su primer año de vida, se cree que viajan con la corriente, flotando en masas de vegetación donde pueden camuflarse y obtener alimento. Se desconocen los requisitos de habitáculo de los juveniles del tinglar.
http://www.miprv.com/una-buena-razon-para-proteger-el-corredor-ecologico-del-noreste-conoce-el-tinglar/
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